Entonces, los requisitos de ancho de banda, velocidad y confiabilidad son tan altos que se necesita una infraestructura de red y servidores súper potente, por lo tanto el consumo energético sigue subiendo. También es importante mencionar la energía consumida por los procesos de manufactura (altamente contaminantes) de los servidores, de las laptops, de los teléfonos inteligentes, routers, switches, todo lo que después de fallar (o ser reemplazado) va a parar a vertederos (de aquí viene el termino "e-waste" o basura electronica, cuida tus dispositivos) donde se extraen los metales valiosos que contienen los dispositivos, mediante incineración (un proceso re-tóxico para la gente que hace estos trabajos, y para el planeta). Esto ocurre generalmente en países donde pagan horrible .
En conclusión, primero tenemos los procesos de manufactura, operación y desecho de todos los dispositivos que forman la infraestructura de internet (dispositivos finales, servidores, enlaces de red, fibra óptica, torres celulares y procesos industriales). En segundo nivel, el incremento de la cuota de consumo por persona (plataformas de video, serivicios de streaming, realidad virtual) y por corporaciones/gigantes tecnológicos (inteligencia artificial, big data, redes neuronales, reconocimiento facial, etc). En tercero, las nuevas propuestas de la "sociedad de la información", como las tecnologías celulares 5G, el internet de las cosas masificado, la automatización, la industria 4.0 y las "cuidades inteligentes". Una amalgama de cosas que además de seguir elevando el gasto energético de la red a un nivel nunca antes visto, proporcionaran una estructura unificada para dar lugar a medidas-dictaduras tecnológicas extremadamente autoritarias e invasoras de la privacidad, donde quizas no-conectarse o "salirse" de las aplicaciones ya no vuelva a ser una opción que tengamos a nuestra disposición.
Quizá esto podría detenerse sólo cuando las fuentes de energía se acaben o sean menores, o si los proveedores de internet colectivamente se organizaran para reducir las tasas de datos (fantasioso), o si nosotros mismos nos colocamos los límites. Esto último puede sonar raro pero es una estrategia que se aplica en diversos contextos, como la temperatura (baja el termostato, vistete mejor), el transporte (anda en bici, no en auto), la comida (prefiere organicos no envasados) y la iluminación (abre las cortinas y ventanas).